¿La de – construcción o la deformación de la teoría psicoanalítica?

Trabajo aceptado para ser presentado en el XXXII Congreso Latino – Americano de Psicoanálisis: “De – construcciones Y Transformaciones”, congreso que tuvo lugar en la ciudad de Lima, Perú en el año 2018. Lamentablemente una huelga de pilotos de la aerolínea en la que viajaba , impidió que llegara a tiempo para la presentación

Al leer la propuesta “De – construcciones y transformaciones”, asocié casi instantáneamente con el filósofo Derrida, y me dediqué a intentar entender algo sobre este término.

Así podría decirse que este término que proviene de la filosofía y fue acuñado por Derrida es un dispositivo que se monta sobre los distintos sistemas filosóficos para mostrar los presupuestos que los fundamentan y desarticularlos con sus propias herramientas conceptuales. Deconstrucción es la traducción que Derrida elige para el término alemán Destruktion utilizado por Heidegger en su texto “El ser y el tiempo”.

Es así que me puse a jugar con la idea de la destrucción o deformación de la teoría psicoanalítica al aplicar de modo extremo ciertas estrategias de análisis de la obra de Freud que provienen de la filosofía o de las letras. Me pregunté por que había yo asociado directamente con Derrida a quien no he leído en profundidad y no asocié por ejemplo con la idea de “hablemos de construcciones en el psicoanálisis”, tema más afín a mi posición clínica. La respuesta quizás sea que en los últimos tiempos puede observarse cierto abuso en la utilización de teorías contemporáneas para leer a Freud, que corresponde a otra época. De este modo, corremos el riesgo de hacer caer el edificio teórico freudiano.

Derrida critica la noción de autor como garantía del sentido único de los textos. En cambio, propone la imposibilidad de que los textos literarios tengan un sentido único y absoluto.

A pesar de que Derrida se opone a las lecturas post modernas, es lo que muchas veces vemos que ha ocurrido con la utilización de la operación por él propuesta, quien por otro lado deconstruyó el texto freudiano a los fines de sus propios estudios, pero no se planteaba una utilización clínica del mismo. Sin embargo, pienso que en eso estamos los analistas hoy, sin completar cualquier cambio teórico con su validación clínica.

Ahora bien, así como en el sueño los detalles iluminan el camino para su análisis, los pequeños cambios de sentido de los conceptos teóricos también dan cuenta de un proceso que se está dando, y que implica algo más importante que un pequeño cambio de sentido.

Tomemos como ejemplo el chiste y su relación con lo Inconsciente. Muchos analistas en formación, y otros ya más formados, suelen afirmar que el chiste es una formación del Inconsciente. Al principio pensé que se trataba de una lectura un poco a la ligera, una confusión que genera el hecho de que Freud dediqué un capítulo a hablar del vínculo del chiste con el sueño y lo inconsciente. Si uno lee detenidamente ese capítulo encontrará que Freud plantea ciertas semejanzas para luego afirmar: “¿no estamos frente a dos diversas concepciones del mismo hecho, que parecen inconciliables entre sí? ..es verdad que son dos diversas concepciones .. pero no se contradicen. Simplemente son ajenas entre sí. Aunque el chiste y el sueño compartan los mismos recursos, condensación y desplazamiento, el sueño rebasa los límites del chiste. La regresión de la ilación de pensamiento hasta la percepción está ausente en el chiste. Por eso el sueño es una alucinación, y así el trabajo del sueño “… sustituye el ‘¡como me gustaría!por un ‘es’”(Freud 1905)

En el chiste en cambio se trata de una zambullida en lo inconsciente, requiere por lo general de la presencia de una tercera persona, es un proceso social, en tanto el sueño es completamente asocial.  En esa zambullida en el inconsciente el pensar “es retraído por un momento al estadio infantil a fin de que pueda tener de nuevo al alcance de la mano aquella fuente infantil de placer “y a la que  en el desarrollo intelectual le fue poniendo diques la crítica de la razón. (Freud 1905)

Freud deja finalmente clara estas diferencias entre el chiste y el sueño: el sueño busca evitar el displacer mientras el objetivo del chiste es la ganancia de placer, el sueño sirve a los efectos del dormir, y el chiste como ya dijimos está dirigido hacia el mundo externo. Por otra parte, en el sueño no hay nada parecido al juzgar mientras que en el chiste sí. El sueño no tiene nada que comunicar, de hecho, permanece incomprensible hasta para el propio soñante y puede servirse sin límites de los procesos inconscientes, en tanto el chiste debe ser comprendido para que mueva a risa. Por último, quisiera destacar algo que señala Freud: ambos crecen en ámbitos muy diferentes de la vida anímica. El sueño es siempre un deseo que se ha vuelto irreconocible, el chiste es un juego desarrollado.

Así podemos leer en el “Diccionario de psicoanálisis” de Elsabeth Roudinesco y Michel Plon lo siguiente: “En 1958 Lacan… le dio al Witz (chiste) un estatuto de concepto técnico. …El mismo año en su seminario Las formaciones del inconsciente … Con el objeto de poner de manifiesto la relación entre el inconsciente y el lenguaje, Lacan realizó una lectura estructural de la noción freudiana de condensación. Él la asimiló a una metáfora haciendo del trait d´espirit un significante, es decir la marca por la cual  surge en un discurso un “rasgo” (trait) de verdad que se trata de ocultar.”

Ahora bien, sabemos de la hostilidad y antipatía existente entre Derrida y Lacan.  Derrida criticaba el paradigma estructuralista porque supone estructuras cerradas, de hecho, la deconstrucción surge como oposición al estructuralismo. Así entonces, las palabras me permiten jugar y deconstruir el razonamiento que ubica al chiste por su relación con el lenguaje como una formación del Inconsciente. Pongamos en el centro lo que el análisis de Lacan sobre el chiste deja en el margen, operación fundamental de la deconstrucción. Por ejemplo la afirmación de Freud de que lo infantil es la fuente de lo inconsciente y  que los procesos del pensar inconsciente son los que en la primera infancia se establecieron en forma única y exclusiva. Pongamos nuevamente en el centro la regresión que está presente en el trabajo del sueño y que falta en el chiste. Veremos entonces que en este detalle de considerar al chiste como una formación del inconsciente Lacan plantea el fin del inconsciente como sede de los instintos.

Quienes son conocedores de la obra de Lacan sostienen que es a partir de la conferencia “La instancia de la letra o la razón desde Freud” donde Lacan dejaría claro que el hombre es siervo del lenguaje. Para los autores del Diccionario del psicoanálisis, según Lacan en el libro “EL chiste…” Freud habría percibido una relación entre las leyes del funcionamiento del lenguaje y las del inconsciente, incluso antes del descubrimiento de la lingüística moderna. Sin embargo sabemos que Freud no le dio demasiada importancia a este texto, incluso en la conferencia nº 15 “Incertezas y críticas”, al referirse al estudio de las semejanzas y diferencias entre el sueño y el chiste señala que esta pregunta lo distrajo de su camino, “…pues me impuso la necesidad de someter al chiste como tal a una indagación a fondo” (Pág. 215,216)

Así pues, para Freud un estudio profundo del trabajo del sueño conduce al conocimiento de la prehistoria en un doble sentido: la del individuo en relación a su infancia, y en la medida en que cada uno de nosotros repite de manera abreviada en su infancia el desarrollo de toda la especia humana, también el sueño reconduce al estudio de esta otra prehistoria, la filogenética.

Ahora bien, algo que se propone como novedoso no resulta en un progreso si termina en la destrucción o deformación de la teoría, más aún si las transformaciones del concepto teórico no son convalidadas en la clínica como muchas veces ocurre. La deformación teórica termina en la destrucción de la teoría si no quedan claras las diferencias planteadas con el texto freudiano y se le hace decir al texto, algo que no dice. Es cierto que no alcanza con citar a Freud para darle validez a algún enunciado. Pero tengo presente el texto de Deniss Duncan, “Las teorías en vivo”, en el que la autora señala que después de que “Van Gogh pintó los girasoles, quienquiera pinte girasoles tendrá que vérselas no sólo con los girasoles sino también con Van Gogh”. Así, continuando con la idea de Duncan, podríamos decir que después de Freud quien quiera hablar de psicoanálisis tendrá que vérselas con Freud. Es una referencia que no puede obviarse.

Así vemos que muchas veces los operaciones provenientes de la filosofía o de las letras  utilizadas para el análisis de los conceptos freudianos pueden terminar generando confusiones respecto de lo que Freud planteó y de lo que otros autores plantearon apoyándose en sus textos.

Entonces si continuamos jugando con las palabras, hablemos de otras construcciones y reconstruyamos el modo en el que Freud y los pioneros desarrollaron la teoría psicoanalítica. Freud era un gran observador, iba de la clínica a la teoría para luego volver a la clínica y esto le permitía reformular sus conceptos. No eran meras especulaciones teóricas, era clínica pura, incluso la metapsicología a la que muchos consideran pura especulación teórica. Ese es el modelo de producción escrita del psicoanálisis. ¿Conservamos hoy el mismo inter -juego entre clínica y teoría? ¿Validamos en nuestra clínica las nuevas conceptualizaciones?

 

 

 Conclusiones:

He demostrado anteriormente el modo en el que podemos reconstruir de donde proviene un error conceptual aparentemente banal como es la afirmación de que el chiste es una formación del Inconsciente, y reconstruido su origen. Aclaro que no considero un error el postulado de Lacan, lo que sí considero un error es la difusión que se ha hecho después como algo que afirma Freud cuando es una lectura sobre el texto freudiano.

Pienso que las transformaciones ocurren a propósito de la profundización de la teoría planteando claramente las diferencias con lo propuesto por Freud si así surgieran. Para que la teoría sea relanzada, para rejuvenecerla “es preciso que intervenga la bruja” y recordar que “sin un especular y un teorizar metapsicológicos_ a punto estuve de decir fantasear_ no se da aquí un solo paso adelante”.

 

Bibliografía:

Consulta de clases teóricas de la Cátedra “teoría y análisis literario cátedra C” de la facultad de Filosofía y Letras U.B.A, de Jorge Panesi, año 2015,

Tema: Jacques Derrida

Derrida Jaques, 2015, “Historia de la mentira prolegómenos”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de la facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires.

“La Tarjeta Postal” de Sócrates a Freud y más allá. Edición electrónica

Freud Sigmund: 1905, “El chiste y su relación con lo Inconsciente” Amorrortu Editores, Tomo V 1937, “Análisis terminable e interminable” Amorrortu Editores, Tomo XXII

Mizrahi Claudia, Año 2014, “La hipótesis filogenética y su influencia en la clínica”

Roudinesco Elisabeht, Plon Michele: 1998, “Diccionario de psicoanálisis”, Editorial Paidós

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