Hace un tiempo que observo que los niños vienen a análisis en busca de un espacio para jugar. Para utilizar juguetes, que hoy ya resultan antiguos.
Quiero decir que en lugar de que el juego sea un vehículo de expresión de su mundo interno para elaborar lo que los trae a análisis, el juego es, al menos en un principio, lo que motiva a los niños a quedarse en este espacio que proponemos.