En un intento de comprender la época, la tecnología de la que hoy todos dependemos en mayor o menor medida, me surgió la necesidad de reflexionar sobre este fenómeno de expresar en 140 caracteres alguna idea política o cultural.  Investigando en conversaciones con estudiantes de la carrera de letras encontré que la “cultura cortesana” se caracterizaba en el siglo XVII (1) por una competencia entre los miembros de la corte que se daba, en el terreno literario a través  de la producción de poemas que podían ser amorosos o humorísticos, pero que tenían que ser ingeniosos para suscitar el reconocimiento del resto de los miembros. Una anécdota _  cuya veracidad es dudosa_ podría ilustrar bien ese tipo de cultura. La anécdota , bastante difundida hoy en día, cuenta que un miembro de la corte desafió a Quevedo a decirle “renga” a la reina. Quevedo aceptó el desafío: se presentó ante la reina con un clavel y una rosa, y le recitó  un poema que decía: “Entre el clavel y la rosa / Su Majestad, escoja”. En cierto punto, hay quienes piensan hoy que el Twitter, retoma esa competencia por el ingenio: el Twitt (Ya sea sobre política o cultura) tiene que ser “Cortito y al pie”, ingenioso y en la mayoría de las casos irónico (hasta sarcástico), para que sea faveado, es decir, para que los otros lo pongan como “favorito”, el equivalente del “like” en Facebook y del reconocimiento en el siglo XVII.

   Así es que me propongo una suerte de juego para entender este fenómeno que  marca en nuestra época un modo de comunicarnos. Al pensar el fenómeno del twitter  me pareció  reencontrar algunas de las características del chiste: la brevedad requerida, el doble sentido de las palabras, el ahorro del gasto psíquico , su carácter social, la presencia en su formación de la utilización de la condensación, la técnica del denostar,  y la necesaria presencia de una tercera persona. El twitter también proporciona  una ganancia de placer. A su vez pienso que el twitter al igual que el chiste permite en ocasiones una revuelta contra la autoridad, una posibilidad de librarse de ella. 

   Se trata entonces de un procedimiento intelectual que habla el dialecto de nuestro tiempo, que se zambulle en el inconsciente, para utilizar una expresión de Freud, haciendo un rápido uso del proceso primario que permitiría una momentánea cancelación de un gasto represivo, ya que  encuentra un modo de expresar pulsiones agresivas y sexuales. 

   Así vemos que la tecnología aporta hoy un nuevo camino para que como en el chiste y en las producciones de los poetas de la época cortesana, el twitt permita el reencuentro con el pensamiento infantil, con el placer en el juego de palabras. Podemos decir que en el twitt y en el chiste “el pensar es retraído … al estadio infantil a fin de que pueda tener de nuevo al alcance de la mano aquella fuente infantil de placer” (Freud 1905). 

  El twitter al igual que el chiste no pueden ser considerados una formación del Inconsciente en la medida en la que no se le imponen a la persona sino que muy por el contrario, la persona es consciente de su formación y utilización. 

  Los poetas del siglo XVII junto con quienes hoy tienen el don de comunicar a través del twitter, poseen esa varita mágica que le atribuye Freud a Zoe de la Gradiva de Jensen que despierta algo en el inconsciente del oyente, quien adquiere placer con muy poco gasto, a través de esas palabras que recibe como un regalo. 

   No se me escapa que el fenómeno del twitter abarca mucho más que lo que en estas pocas líneas expreso. El twitter es utilizado desde el poder mismo, tema que adrede he decidido dejar fuera de este escrito. Mi intención es sólo señalar ciertas coincidencias que observé en la formación del chiste como la entendía Freud y en la del twitter.

   Admito que descubrir una continuidad entre las producciones de tiempos lejanos con las de nuestro tiempo me producen placer y alivio. El twitter es un disfraz más que encuentra el pensamiento para expresarse sorteando la censura. Un modo actual donde “ el pensar es retraído por un momento al estadio infantil… “ y es que aún hoy lo infantil sigue siendo la fuente de lo inconsciente “… y los procesos del pensar inconsciente no son sino los que en la primera infancia se establecieron en forma única y exclusiva” (Freud 1905)